Los aceites curativos que aparecen en la Biblia son todos esenciales o aromáticos (AE). Son los fluidos, la sangre, elemento vital de la planta. Son esenciales porque llevan la esencia de la planta. Los pueblos en los tiempos de la Biblia, inhalaban los aceites esenciales, los aplicaban y los ingerían, y estos iban a sanar todos los cuerpos de la persona. Así su ser físico, mental, emocional y espiritual mejoraba notablemente con estos aceites esenciales. Desde mantener el bienestar hasta realizar curaciones físicas, mejorar el estado espiritual al rendir culto, limpiarse emocionalmente y “purificarse de los pecados”.
No es de sorprender que los aceites aromáticos hayan sido atesorados y parte cotidiana de la vida de quienes habitaron la Tierra Santa durante los tiempos de la Biblia.
La franja territorial entre el Mar Mediterráneo y el Río Jordán era encrucijada para el comercio de especias, aceites y hierbas aromáticas provenientes de todas partes del mundo conocido en aquel entonces. Debido a su ubicación estratégica para el comercio internacional de la época los pueblos de la Biblia tenían acceso a la mayor variedad de AE, hierbas medicinales perfumes y ungüentos que quizás cualquier otra nación. Pueblos como Arabia, Líbano, Persia, Babilonia, y el sudeste de Europa, Egipto, Libia y otras partes de África, así como la India, los Himalayas e incluso China tenían acceso a toda esta magnificencia del comercio de las especias y AE.
Índice de contenidos
Los Aceites y Las Emociones
Uno de los aspectos curativos más poderosos de los aceites esenciales es su capacidad de penetrar la denominada “barrera hematoencefálica”. Al respirar las moléculas de aceite por los tractos posteriores de la nariz, éstas se dirigen directamente al cerebro, hacia una parte central denominada amígdala (o diencéfálo). Ésta es la oficina central del sistema límbico, que maneja el sistema de almacenamiento y archivo de todas las experiencias emocionales. Dicha parte del cerebro no comprende las palabras y no puede comunicarse mediante lenguaje oral o escrito. Responde sólo al olfato. Por lo tanto, los aceites esenciales proporcionan poderosas vías de contacto con esa parte no verbal de nuestro cerebro que almacena nuestros sentimientos y emociones. Esta es la razón por la que al oler una torta de manzanas, por ejemplo; le viene el recuerdo de la antigua cocina de su abuela cuando era niño. Esa es la razón por la cual el aroma del olíbano transporta a un católico a la Iglesia donde asistía a misa cuando inhalaba esa fragancia todos los domingos.
Aceites que Aparecen en la Biblia
Así pues podemos ver que en la Biblia se nombran los siguientes aceites esenciales (AE)
- Olíbano.
- Mirra.
- Hisopo.
- Nardo.
- Ajenjo.
- Cedro.
- Mirto.
- Aloe.
- Mostaza.
- Ciprés.
- Canela.
- Comino.
- Enebro.
- Cálamo.
- Cassia.
- Eneldo.
Son muchos los aceites esenciales que son nombrados en la Biblia, cada uno tiene un significado y era utilizado para sanar en los pueblos antiguos, y aun hoy los especialistas siguen utilizándolos para ellos. En mi curso de Aromaterapia Bíblica te amplio cada uno de estos aceites bien sea para perfumería o para ingerir y sanar patologías.
Este es un tema que me apasiona, así como los Aceites Egipcios que te conectan con una sabiduría ancestral que ha llegado intacta hasta nuestros tiempos.
Con Amor,
Susana
Fuente: Aceites Curativos de la Biblia. Dr. David Stewart. Care Publicaciones 2010
Vídeo: Aceites Esenciales Mencionados en la Biblia
¡Comparte si te ha gustado!
Latest posts by Susana Marcano (see all)
- LOS ESPEJOS EN EL FENG SHUI - 27 septiembre, 2023
- EL MÉDICO - 13 septiembre, 2023
- EL SHOW DE TRUMAN - 30 agosto, 2023
Deja una respuesta