La Rosa, desde siempre, ha sido muy apreciada tanto por razones de estética o aroma como por su rica valoración simbólica. Bajo esta, la rosa es considerada desde símbolo de búsqueda, pureza o iniciación, hasta portadora alquímica de nobles y desusadas cualidades.
Seguramente, el significado simbólico más profundo de la rosa es el de custodia y crisol de una resonancia que habrá de acontecer en el pecho del hombre y hacer del corazón su santuario, y de la sangre, la depositaria y traductora de la Memoria Perdida. Cuentan antiguas leyendas que: “La llave para que la rosa que duerme en el pecho” y florezca, es el timo y cuando éste vierte su “nueva fragancia” a la sangre, ésta se vuelve “regia” y “cambia de color”; y es entonces cuando ella recibe la luz directa del “ojo sano” (epífisis) y puede transmutar el “mestizaje celular” y fusionar las siete áreas cerebrales (Menorah)”.
Índice de contenidos
La Rosa como Símbolo de Búsqueda, Pureza e Iniciación
Las Rosas de Percival son el fruto de la aplicación de antiguos conocimientos de transmutación y extracción energética circunscritas, en este caso, a las esencias florales de rosas. Estos conocimientos pertenecen a una tradición milenaria según la cual solo hay una enfermedad: la disociación entre alma y personalidad.
Las Rosas de Percival son 11 esencias florales, 9 principales y 2 complementarias. Son el tercer grupo de Esencias Áureas Su trabajo fundamental sí bien puede considerarse terapéutico-floral, va mas allá de la terapéutica energética convencional, ligada a aspectos biológicos, emocionales y mentales; ya que la función primordial de las Rosas de Percival es estimular y unir, desde la propia capacidad del individuo, resonancias dormidas o ausentes que impiden la percepción real, sostienen la disociación entre mundo interno y mundo externo y acarrean la incertidumbre y la tendencia endémica al desequilibrio.
El ser humano tiene tres centros energéticos o “centros alquímicos”, esto son, transmutadores de energía “densa” a “sutil”. Tales centros están alterados respecto a su orden energético, lo que conlleva de un lado, amnesia, incertidumbre e incapacidad de trascender la “conciencia biológica” y de otro lado, menor capacidad de regeneración bioenergética.
Estos tres centros son:
- Plexo Lumbo-Sacro (conciencia Biológica). Controlado por el área lumbo-sacra y relacionado con las tres capas embrionarias.
- Plexo Cardiaco (conciencia Emocional). Controlado por el área cardiaca y relacionado con los fluidos linfático y sanguíneo.
- Plexo Frontal (conciencia Mental). Controlado por 7 áreas de resonancia cerebral y relacionado con el sistema nervioso.
Las Rosas operan sobre las alteraciones de relación energética de estos tres centros.
Clasificación de las Rosas
Las nueve primeras Rosas están divididas en tres grupos y trabajan la asociación de los tres plexos en tres niveles: Lumínico-eléctrico, Electromagnético y Magnético. Dichos niveles son relativos a tres “mundos” o jerarquizaciones energéticas que se cumplen en toda realidad macro o micro cósmico. A cada una de la Rosas de un mismo grupo le corresponde una cualidad energética diferenciada: Activa/creadora, Neutra/vehiculizadora y Pasiva/receptora. Las dos últimas son complementarias y de apoyo.
- El primer grupo (Rosas 1, 2, 3):Pertenece al nivel lumínico-eléctrico y ayuda a incorporar-desarrollar frecuencias inexistentes en el sistema. Estas rosas desinstalan resonancias relacionadas con El Miedo tanto “primordial”, como concreto y abstracto que dificulta La Esencialidad de la conciencia y el acceso otro orden mental. Alinean las frecuencias de las áreas cerebrales.
- El segundo grupo (Rosas 4,5,6):pertenece al nivel electromagnético y ayuda a desinstalar informaciones del “pasado”, especialmente en tres aspectos: la culpa, el resentimiento y el dolor.
Estas rosas liberan la información de atracción del sufrimiento y ayudan a reducir el exceso de “Existencialidad” de la conciencia y el intelecto lineal.
Alinean las frecuencias bioenergéticas.
- El tercer grupo (Rosas 7, 8, 9),pertenece al nivel magnético y equilibra las frecuencias del nivel emocional. Estas Rosas desinstalan informaciones de “Confrontación” entre “mundo interno” y “mundo externo”.
Alinean frecuencias glandulares.
Las rosas mejoran la capacidad de asunción de los “Defectos Psicológicos” o defectos de apreciación, aumentando esto su eficacia.
El trabajo de las Rosas Áureas es de orden energético y vibracional, sin implicación biológica alguna y no substituyen a las terapias convencionales.
Orientación aplicativa de las Rosas Áureas
El primer grupo de rosas se relaciona con la falta de “Esencialidad”. Incorporan y estimulan informaciones de las que se carece. Liberan la información de miedo. Desarrollan la percepción e incorporan la capacidad de “Ver”. Pueden asociarse estas rosas para el equilibrio emocional en tratamientos convencionales de problemas psíquicos y nerviosos.
Nº 1 – Rosa de Castilla o de los Arquetipos.
Nombre Botánico: Rosa gallica.
Nivel Lumínico/Eléctrico – Energía activa.
Palabra clave: Sabiduría.
Incidencia Psicoemocional: De utilidad en miedos de origen conocido y en patrones de inseguridad y baja estima.
Incidencia Bioenergética: Libera la resonancia celular de miedos primordiales (inconscientes) tales como: miedo del no ser, miedo a la “mancha”, miedo a la “no-pertenencia”. Cohesiona frecuencias de Cuerpo Calloso, Cerebro Frontal y Epífisis; lo que conlleva mayor apreciación de sí, mayor seguridad y sentido de lo vocacional. De ayuda en desequilibrios emocionales que se cursen con ausencia. Apreciación del nombre (apreciación de sí como una conciencia única e irrepetible).
Nº 2 – Rosa de Virginia o de la luz.
Nombre Botánico: Rosa virginiana.
Nivel Lumínico/Eléctrico – Energía pasiva.
Palabra clave: Templanza.
Incidencia Psicoemocional: Para los miedos a lo desconocido, a los presagios, a la muerte. Útil asociarla en desequilibrios emocionales relacionados con fobias.
Incidencia Bioenergética: Libera la resonancia celular de miedos primordiales (inconscientes) tales como: miedo a la vida, miedo a la desgracia. Cohesiona frecuencias de Bulbo e Hipotálamo; lo que conlleva mayor sosiego frente a lo desconocido.
De ayuda en desequilibrios emocionales asociados a la motricidad.
Apreciación del Tiempo (apreciación de sí como una memoria inextinguible).
Nº 3 – Rosa Trepadora o de los mundos.
Nombre Botánico: Rosa banksiae.
Nivel Lumínico/Eléctrico – Energía neutra.
Palabra clave: Sencillez.
Incidencia Psicoemocional: Para el miedo a perder el control del cuerpo, de la vida y del destino.
En situaciones asociadas a pánico o terror.
Incidencia Bioenergética: Libera la resonancia celular de miedos primordiales (inconscientes) tales como: miedo a la Divinidad, a lo “superior”, miedo al castigo, a lo irremediable. Cohesiona frecuencias de Hipófisis y Tálamo; lo que trae como consecuencia el reequilibrio de las polaridades de género y mayor sentido de lo esencial y lo prioritario.
De ayuda en desequilibrios emocionales asociados a problemas mentales y trastornos del sueño.
Apreciación de Orden (apreciación de pertenencia a la unicidad).
El segundo grupo de rosas se relaciona con el exceso de “Existencialidad”. Eliminan información ancestral de la resonancia de los fluidos (liberación del pasado). Liberan de la atracción del sufrimiento.
Desarrollan el discernimiento e incorporan la capacidad de “Saber”. Pueden asociarse estas rosas para el equilibrio emocional en tratamientos convencionales de problemas crónicos y degenerativos.
Nº 4 – Rosa Mosqueta o de la Inocencia.
Nombre Botánico: Rosa eglanteria.
Nivel Sensorial/Electromagnético – Energía activa.
Palabra clave: Aceptación.
Incidencia Psicoemocional: Para el sentimiento de culpa como condicionante.
En sentimientos donde no hay remedio y desolación asociados a la culpa. Asunción del error y el fracaso como forma de aprendizaje. Para el sentido de impureza.
Incidencia Bioenergética: Neutraliza a nivel celular la carga psicogenética asociada a la culpa.
Equilibra frecuencias glandulares.
De ayuda en desequilibrios emocionales asociados a cronicidades inmunes.
Libera de psiquismos que atraen la culpa al aprendizaje.
Nº 5 – Rosa Espinosa o de la Compasión.
Nombre Botánico: Rosa pimpinellifolia.
Nivel Sensorial/Electromagnético – Energía pasiva.
Palabra clave: Generosidad.
Incidencia Psicoemocional: Para la insensibilidad y la amoralidad frente al entorno.
En sentimientos negativos y duros, como el rencor, el desprecio y el odio.
Incidencia Bioenergética: Neutraliza la información psíquico-celular de resentimiento, crueldad y destrucción.
De ayuda en desequilibrios emocionales asociados a cronicidades circulatorias y digestivas.
Libera de psiquismos que atraen la desesperanza y la insensibilidad (alejamiento esencial).
Nº 6 – Escaramujo o Rosa de la Alegria.
Nombre Botánico: Rosa canina.
Nivel Sensorial/Electromagnético – Energía neutra.
Palabra clave: Impecabilidad.
Incidencia Psicoemocional: Ayuda a dejar atrás las consecuencias de acontecimientos traumáticos y de sufrimiento. Para la desesperanza y la tristeza. Cuando la vida no tiene mucho sentido.
Útil en estados de devastación interna.
Incidencia Bioenergética: Desinstalación de información psíquico-celular de dolor y sufrimiento.
De ayuda en desequilibrios emocionales asociados a cronicidades respiratorias y renales.
Libera de psiquismos que atraen el dolor del aprendizaje.
El tercer grupo de rosas está relacionado con la vivificación del “Aquí y el Ahora” y el florecimiento esencial del sentimiento. Liberan del dialogo interno asociado a la mortificación y falta de sentido de la vida.
Equilibran frecuencias asociadas al nódulo de Aschoff Tawara.
Desarrollan la apreciación e incorporan la capacidad de “Sentir” (gozo).
Pueden asociarse estas rosas para el equilibrio emocional en tratamientos convencionales de problemas funcionales o procesos agudos.
Nº 7 – Rosa de la Alejandría o de la Promesa.
Nombre Botánico: Rosa damascena.
Nivel Molecular/Magnético – Energía activa.
Palabra clave: Paciencia.
Incidencia Psicoemocional: Para estados de impaciencia, desasosiego y angustia tanto por causa conocida como desconocida. Ayuda en la comprensión del perdón.
Apreciación del gozo de ser. Entendimiento del agradecimiento.
Incidencia Bioenergética: Cohesiona frecuencias de Timo y Sacro (propósito superior de la sexualidad).
De ayuda en desequilibrios emocionales asociados a problemas eventuales del sistema digestivo.
Relaciona Sinceridad/Verdad. Claridad de la Vida.
Nº 8 – Rosa Rugosa o del Corazón.
Nombre Botánico: Rosa rugosa.
Nivel Molecular/Magnético – Energía pasiva.
Palabra clave: Humildad.
Incidencia Psicoemocional: Ayuda a salirse de los patrones de coerción y posesividad.
Para los celos y el exceso de dependencia afectiva. Ayuda a descubrir el lado “dador” del sentimiento. El Amor.
Despierta el sentido de la compasión.
Apreciación del gozo de vivir. Entendimiento del amor.
Incidencia Bioenergética: Cohesiona frecuencias de Timo y Tiroides (magnetismo de la palabra).
De ayuda en desequilibrios emocionales asociados a problemas eventuales cardiocirculatorios.
Relaciona Sencillez/Certeza (confianza). Significado de la vida.
Nº 9 – Rosa de Mayo o de la Ofrenda.
Nombre Botánico: Rosa centifolia.
Nivel Molecular/Magnético – Energía neutra.
Palabra clave: Perseverancia
Incidencia Psicoemocional: Para la tendencia a la huída, el escapismo y la duda. Para todo lo que sea estar o sentirse “atascado”. Ayuda a descubrir el “don” de fluir y despierta el sentido de lo providencial.
Apreciación del gozo de servir. Entendimiento de la alabanza.
Incidencia Bioenergética: Ayuda a desprogramar información de “identidades” ajenas y a neutralizar el psiquismo adquirido.
De ayuda en desequilibrios emocionales asociados a problemas eventuales de tipo endocrino.
Relaciona Ofrenda/Cumplimiento. Pasión por la Vida.
Complementarias:
Nº 10 – Rosa Alba o de la Voluntad.
Nombre Botánico: Rosa alba rosea.
Nivel Molecular/Magnético – Energía neutra.
Palabra clave: Atención.
Incrementa la capacidad de salir de la “conciencia biológica” y la desidentificación emocional. Suaviza las consecuencias psíquicas de grandes alejamientos esenciales (exceso de psiquismo y “pensamiento mundano”). De utilidad para suavizar los cambios energéticos y preparar el terreno para la utilización de las anteriores nueve ante un delicado estado emocional. Es muy útil en niños para conservar su información primordial.
Nº 11 – Rosa Adelaida de Orleans o de la Justicia.
Nombre Botánico: Rosa sempervirens.
Nivel Molecular/Magnético – Energía neutra.
Palabra clave: Entereza
Para los estados de perturbación que conllevan los cambios y las transmutaciones bioenergéticas.
Incrementa el sentido de protección. Protege de la parasitación mental o la excesiva vulnerabilidad psicoemocional.
Es un remedio de rescate o urgencia en situaciones de crisis y ante grandes conflictos internos o de orden psicoemocional o espiritual.
En conclusión las Rosas de Percival es uno de los sistemas florales que trabaja más en profundidad al ser humano removiendo todo lo que impide ver la percepción real de las cosas.
Un abrazo desde el corazón
Susana
Fuente: Esencias Florales del Mediterráneo
Vídeo: Rosas de Percival
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